El catedrático de filosofía en la Universidad Campechana de Madrid, Evaristo Listo Chufaoen, intenta arrojarse al vacío desde el techo, la cubierta, el tejado (como el lector prefiera) de la universidad en la que imparte su magnético magisterio (hay que desmentir lo que dicen algunos, lo que dicen las malas lenguas: que Evaristo es tonto y que consiguió la cátedra por enchufe y por las muchas influencias que tiene su hermano mayor, el cual es, es, es...es la hostia en el mundo de las finanzas; bueno, en realidad es supersupermillonario).El intento de suicidio (aparentemente eso es lo que parecía la cosa) fue frenado en seco por una llamada telefónica al móvil que portaba el susodicho, el cual no se pudo reprimir y atendió solicito. Esa llamada, esa llamada salvadora, ¿de quién era?, ¿era de alguien que lo vio allí en las alturas e intento disuadirlo de que no acabara con su tonta vida?, ¿era de la novia que no tenía?, ¿era de Spiderman?, ¿era de...¡Pues nada, nada, nada de eso!, era ni mas ni menos que de la propia compañía de telecomunicaciones con la que tenía contratado el servicio telefónico, y el motivo de la misma era para ofrecerle una sustanciosa oferta por medio de la cual podría ahorrar al mes miles y miles de euros, llamara a quien llamara. Evaristo, que es una persona desconfiada, colorada, evasiva, tímida, cobarde y muy muy celosa de su intimidad, contestó con voz ronca, llena de espuma y dolor al operador que le instaba a que aceptara esa fabulosa oferta: "Me cagüenmismuelas, ya sé que no ve usted que estoy a punto de suicidarme, pero tengo que decirlo: ¿no ve usted, ¡cojones!, que ya es la vez 5.566 que le digo, sino a usted, a algún compañero suyo, que no me interesa nada la ganga me están ofreciendo? "Usted perdone -contestó agónico el trabajador telefoneador-, pero comprenda que yo sólo cumplo con mi trabajo, y está más que claro que no tenía ninguna intención de molestarle a usted". "Bueno, bueno, dejémoslo correr, ¡hale, ¡hale, pelillos a la mar" -dijo Evaristo, totalmente conmovido por lo que acaba de escuchar-. Luego, Evaristo, Evaristo, con la cabeza muy alta, bajo del sitio al que se había subido y se fue a tomar unas cañas con unos amigos (es un decir, lo de "amigos") con los que había quedado a las ocho y media (de la tarde, se entiende). Llegó a su hora, todos lo recibieron calurosamente, pero él, frío como un témpano, no dejaba de repetirse para sí (o sea: mentalmente): "Evaristo haz lo posible por no pagar ni una puta ronda, Evaristo haz lo posible por no pagar ni una puta ronda, Evaristo haz lo posible por no pagar ni una puta ronda, Evaristo haz lo posible por..."

El catedrático Evaristo llegó tarde a casa (sí, tenía casa en propiedad), témpana perdido, completamente borracho, pero eso sí, con la cartera inmaculada  y dentro de ella con los veinte euros con los que había empezado la ronda, las rondas en las que todos bebieron hasta reventar.

Juanferri

Ésta es la conclusión a la que ha llegado un equipo de investigadores -astrofísicos, matemáticos, parapsicólogos, astrónomos, monos, lombrices y biólogos-  que durante treinta y treinta sesenta años han estado muy atentos (con días sin comer, ni dormir, ni nada de nada) a los movimientos del planeta/satélite ése (la Tierra), ahora presunto planeta/satélite, ya que según estos sabios es el Sol precisamente el que no hace más que estar incansablemente girando y girando alrededor de, de, de, de la Tierra.

¿Por qué? ¿Cuáles son las pruebas que aportan estos antropófagos para afirmar y sostener esta teoría tan -de momento- descabellada? ¡¡Ninguna!! Así es, no tienen ninguna prueba que confirme de forma irrefutable ni no irrefutable tal, digamos, siendo benevolentes, descubrimiento.

No cabe duda de que el alcohol, tomado de forma abusiva, hace estragos en muchos lugares del cuerpo humano. Uno de esos sitios o lugares –como usted prefiera, caballero- en que esta sustancia tóxica -está más que demostrado que lo es- hace más daño es en el cerebro que está en la cabeza de la gente; sí, ¡hombre!, el cerebro, eso que todos tenemos encima de los hombros. Bien, dicho esto, y siendo conscientes de que no tiene nada que ver con la noticia ésta, añadimos lo siguiente: el portavoz de este equipo multidisciplinar de investigadores multidisciplinares, don Rosendo Sacamuelas Disuelto, afirmó ayer por la noche, en una rueda de prensa que "si la Tierra no gira alrededor del Sol, ¿por qué la gente, la población mundial toda, se empeña en seguir manteniendo que sí, que la Tierra gira y gira y gira (gira el Mundo gira, gira el Mundo gira, gira, en el espacio infinito "iiiiiil mondoooo qui niiiii ha parado un momentiiii, que ni, etc -es chula esta canción-) alrededor del puto sol de los putos cajones de la mesita, ¡ein!?".

Esta pregunta, hecha así, de sopetón, provocó el pánico entre los periodistas allí presentes y allí ausentes, y trajo  como consecuencia que todos ellos, tanto los presentes como los ausentes, se dirigieran en tropel hacia las ventanas de ese piso 104 en el que estaban, sito en el rascacielos "La Monamona", y una vez allí, dieran media vuelta y volvieran a su sitio a seguir tomando notas.

Concluyendo, según Atansio Cerillas (apologista del vino blanco...y del tinto), todavía no se sabe nada y por lo tanto, tanto, tanto, no hay ninguna certeza de nada, nada.

Juanferri

Los laboratorios Pastillinaynaplastilina, de Toriviokistán (Este del continente Bolbonio), han descubierto un método, definitivo -dicen-, para adelgazar. Consiste en lo siguiente (hay que seguir las instrucciones al pie de la letra): COMER POCO. Así, sin más. Ya verá, ya, como adelgaza echando virutas.

Buenos días nos dé Dios, hijos míos (¿?)

Juanferri

Se está investigando -lo hacen tres investigadores, vestidos de negro dos y vestido de buzo uno-. Cómo, por qué, quién, para, póngame un picncho de tortilla y cuál ha sido la causa de que un pobre billete de quinientos euracos haya desparecido así como así. Que cómo se investiga; muy fácil: Una señora que es prestamista y compra oro a buen precio -Lacapal Pelo, se llama la rata ésta- dice haber visto a un señor alto, ancho, bajo, rubio, moreno, cejijunto y con papada, columpiarse en un columpio cuando todo el mundo sabe que a partir de lo trescientos ochenta y dos años eso está muy mal; ¡no son edades, hombre, no son edades para andar columpiándose por ahí!

Finalmente, el billete de quinientos euros ha aparecido porque esta noticia acaba aquí.

Buenos días.

Diego R.

De todos los deportes, el baño es el más deporte de todos los deportes. Y lo primero que se necesita para tomar un baño es tener un cuerpo. Una vez conseguido tener un cuerpo necesitamos también tener un poco de agua, pero no tanto. El cuerpo es una cosa que ponemos encima de la cama cuando nos vamos a acostar. Y el agua es esa cosa que hay encima de las mesas de los cafés metidas en las botellas de agua. Hay dos clases de cuerpos: los cuerpos opacos y los cuerpos opepes.Ahora bien, una vez conseguidos estos dos elementos, el bañarse consiste en meter el utensilio cuerpo dentro del utensilio agua,  procurando no confundirse ni salpicar, pues a la viceversa se le llama beber agua.

¡Hale!, a seguir bien. ¡Que os dé el aíre! ¡Tanto internet, tanto internet y tanta hostia, joder!

Juanferri

Aunque el diente está en muy buen estado, todo indica que tiene una caries de la hostia (perdón). Los astronautas que lo han hallado están hechos polvo porque no se creen que toda su preparación en la NISA haya sido para conseguir un objetivo tan asqueroso como éste. El diente estaba en una cueva (aclaremos lo que es una cueva: una cueva es un espacio vacío, cubierto por todas partes, menos por una: la entrada. Bien es cierto que hay cuevas con varias entradas y con varias salidas y con varias neveras; pero esto no nos incumbe a nosotros, que estamos informando de algo muy importante), decíamos, el diente estaba tan tranquilo en una cueva, cuando aparecieron estos dos astronautas y así, por el morro, se lo llevaron a un laboratorio donde el pobre está ahora mismo llorando como una plañidera. Buenos días, paciencia, paciencia. Es importante: p-a-c-i-e-n-c-i-a.

Juanferri